No me mereces, no te merezco. Y la razón es porque yo soy demasiado para ti, no es por tirarme flores pero... Y cuando me refiero a que soy demasiado para ti, quiero decir que los abrazos, los perdones y los te quieros, no deberían de ser para ti, deberían de ser para aquel chico que rechacé tres veces seguidas y aún así me llamó una cuarta y me dijo, ¿qué tal estás bonita? Pero no, yo tengo esa manía de querer de más a aquellos que me llaman una noche de madrugada pidiendo un abrazo a gritos porque el resto de sus amores baratos no le saben abrazar.
Foto: desconocido pero ¡Me gusta!
